lunes, 28 de enero de 2013

Privatizar la Naturaleza

Corren tiempos duros para el monte y el campo. Si siempre ha existido justificación para los desmanes en la naturaleza en pos del progreso y el desarrollo, ahora la crisis es el nuevo altar donde sacrificar los recursos. En esta etapa todos y cada uno de los elementos que integran nuestros bosques, ríos, montañas o mares puede ser monetizados, se pueden pasar a euros, igual que en un juicio se pone precio al honor o al familiar perdido en un accidente.

La conservación de la naturaleza ha perdido gran parte de su financiación y no me importa en exceso este hecho, siempre y cuando los fondos restados vayan a fines sociales. Si tengo que elegir entre la ayuda a la dependencia o la gestión de un robledal, me posicionaré con las familias necesitadas en perjuicio de los robles. Otra cuestión sería dónde han ido todos los dineros que ya no hay y que nos hace tener que elegir entre dos males. Piensen en todo lo que se ha levantado sin sentido – véase aeropuertos, macroedificios sin uso, etc. - o en los millones que han desaparecido en tierras alpinas… y valoren  las carencias socioambientales que podríamos cubrir en este momento con dichos montantes.

Pero ahora debemos plantearnos qué hacer con el robledal y con aquellos que viven de él. Y dentro de los que viven del monte no todo son empresas dedicadas a la tala. Del monte viven desde los que cogen las setas para comercializarlas a los que tienen la casa rural o el restaurante en el pueblo y dependen del paisaje que genera el bosque para atraer a sus clientes: sin paisaje no hay turistas.

Pongo el ejemplo del robledal pero podemos cambiar el escenario natural a otro cualquiera. Así, en estos días han empezado a surgir delicadas propuestas que pasan por la privatización de la naturaleza. Tenemos el caso de la Reserva Natural de las Hoces del Cabriel que tanto dolor de cabeza dieron a José Bono y Borrel en su momento. Pues bien la reserva mencionada está siendo en la actualidad reorientada a su uso como coto de caza. También está el caso de Baleares, donde se avanza sin demora en la privatización de la gestión de los espacios naturales.  Habrá quien reflexione y llegue a la conclusión que de alguna manera habrá que mantener la conservación. Está en lo cierto pero habrá que hacerlo conforme a la ley y a los criterios que marca la Unión Europea. Recuerdo que los fondos que recibimos por ejemplo para la PAC, dependen de que cumplamos con la legislación ambiental vigente donde se encuentran los espacios naturales de la Red Natura 2000. No podemos jugar a las siete y media con las reglas de cinquillo.

Así que nos enfrentamos a esta nueva situación donde es muy peligroso ponerle precio a las especies de la flora y la fauna, aunque desde el punto de vista cinegético o de la arboricultura hace tiempo que está cifrado. Lo resbaladizo pueden ser situaciones como el robledal de La Genestosa en el Rebollar, donde robles centenarios son vendidos a 10 euros el ejemplar. Se tala un monte que tarda cien años en verse maduro, para venderlo por menos de 1.500 euros, según los datos de las ONGs que han conseguido parar cautelarmente la tala. Valen más los kilos de setas que sacarán de él las gentes del pueblo en los próximos años.
No sé que pensarán ustedes, pero ¿venderían un roble centenario de su familia por 10 euros? 

viernes, 25 de enero de 2013

Nuevas actividades en colaboración con la Fundación Salamanca Ciudad de Saberes y Cultura


La primera de las nuevas actividades que pone en marcha la Fundación Salamanca Ciudad de Saberes y Cultura, que desarrollarán nuestros técnicos a lo largo del año escolar, lleva por título “La tecnología de nuestros abuelos”  y pretende dar a conocer a los escolares del Primer Ciclo de Primaria el modo de vida que hasta no hace mucho era habitual en gran parte de la provincia y de la capital.

La sesión se centra en resaltar tres ideas fundamentales: ingenio para resolver problemas cotidianos, aprovechamiento de recursos naturales de manera sostenible y finalmente el reciclado y reutilización de materiales y utensilios.

Con estas premisas como eje conductor de la actividad el monitor comienza la sesión abriendo un gran maletón de cuero de viajante, que junto con una cesta de castaño y otra de mimbre, contiene todos los utensilios que mostrará a lo largo de los 90 minutos de duración de la actividad.

La puesta en escena, con utensilios auténticos, refuerzan el contenido de la actividad.

Los alumnos disfrutarán conociendo mediante historias basadas en hechos reales, y narradas con un tono ameno y participativo, de los usos y los principios para la construcción de un gran número de elementos:  cestos, albarcas, cencerros y esquilas, cantimploras de caballería, bozales, cántaras y palanganas, cucharas y cucharones de madera, hocinos, azaduelas, alpargatas, velas y palmatorias, instrumentos musicales, targas y cinceles tipográficos, botellas forradas de espadaña, caracoleras de esparto y rodeznos de centeno.

Los alumnos escuchan la explicación sobre una vieja cantimplora de caballería hecha de mimbre.

Cada uno de estos enseres lleva una detenida explicación en la que se anima a participar a todos los alumnos, que por ejemplo,  podrán ponerse en la piel de un pastor de ovejas y practicar el lanzamiento de chinarros con una honda de cuero. Una de las intervenciones que más interés despierta es la fabricación de una pluma de escritura a partir de plumas de cigüeña y milano, junto con la purificación del aire mediante hierbas aromáticas como la lavanda.

Como conclusión final y evaluación de la actividad se anima a todos los participantes a aprovechar el saber que acumulan los mayores de su entorno más cercano, para que desarrollen una entrevista que les lleve a indagar sobre los utensilios y procesos cotidianos del modo de vida que ha dado origen a nuestra sociedad actual.


Con el otro estreno, que lleva por título “Usos tradicionales de las plantas” pretendemos dar a conocer la faceta de las plantas más desconocida por la gran mayoría de escolares, agrupada bajo el epígrafe de etnobotánica, que estudia los usos tradicionales de la plantas.

Bajo este punto de partida, además de usos gastronómicos, medicinales, culturales, rituales, etc…  hemos querido hacer especial hincapié en la utilización de plantas para la construcción del rico patrimonio monumental que posee Salamanca. Así a través de una serie de pliegos prensados de flora ribereña, planta verde seca o láminas botánicas clásicas, vincularemos el origen de los edificios más emblemáticos de la ciudad con los usos tradicionales de las plantas que desde tiempos inmemoriales hasta mediados del siglo XX han sido habituales en Salamanca.

Un ejemplo de lámina botánica clásica, como las que se muestran a los alumnos.

Para hacer la explicación más amena e interesante, el monitor pondrá los usos en boca de personajes reales de distintas épocas, cuyo oficio o modo de vida estuviera condicionado por el uso de una planta en concreto. De este modo a través de microhistorias se entrelazarán plantas, patrimonio y modo de vida. Por ejemplo, en el caso del sauce, se relata la siguiente historia, documentada en hechos reales:

“              Durante el mes de Mayo de 1775 los salmantinos no oyeron repicar las campanas de la torre de la catedral. Los oficios religiosos y las misas no parecían completos sin los matices metálicos de la campana de Santa Bárbara, la de los Muertos, la de San Miguel ni de la más grande de todas, la de Santa María de la O.

Mandado llamar por el Cabildo Catedralicio, el maestro campanero José Méndez, explica que debido a los dolores de reuma y de cabeza que sufre desde hace un mes, no tiene fuerza suficiente para voltear las pesadas moles de bronce. Dadas las circunstancias se decide sustituir temporalmente al maestro, por uno de gran renombre que vendrá desde Benavente, a proposición del Arcediano de Ledesma,  hasta que José Méndez recupere su estado de salud.

Un maestro campanero en plena faena.

Para su cura se le ofrecen los servicios del boticario del Cabildo, que posee gran fama en la sanación de reumas y dolores con la corteza de los mimbreros. El remedio resultó muy eficaz, y tras dos semanas convaleciente Méndez dejó atrás sus fiebres, reumas y dolores, para volver a ejercer con maestría su profesión. La vida litúrgica y social de la ciudad vuelve a llenarse con los sonidos de sus amadas campanas”.

Las numerosas historias irán combinadas con explicaciones detalladas de botánica, adaptadas al nivel de la Educación Secundaria Obligatoria a la que está desnatada esta actividad.

lunes, 14 de enero de 2013

Paisajes para minorías:Nueva columna de El Adelanto


Existe un meandro del Tormes a pocos kilómetros de la capital. Un arco de ballesta trazado entre saucedas, peñascos y carrascas. Escasamente conocido, oculta su curvatura en el antiguo camino que lleva de Juzbado a los Baños de Ledesma. A poco más de veinte kilómetros de la ciudad se da cita un cuarteto de paisajes. Una fotografía que uno descubre al caminar con el encinar adehesado de fondo escénico; la que acompaña estas palabras es de un amigo, el geólogo Jabito Jablonski. El regadío aparece como personaje secundario, gozando de todo el protagonismo el bosque de ribera. Un perfil del río que parece nacido de una pintura de Carlos de Haes. Y no quiero dejar en el olvido los peñascos y berrocales, esa tatarabuela del paisaje que es la geología. Aquí el granito que encierran estos bolos, presta al ambiente cierto romanticismo salvaje.

El camino comienza junto al río, entre vallados de piedra que son un patrimonio en peligro de extinción en medio de la concentración parcelaria. Estos muros vivos, nutridos de musgos y líquenes comparten un recoleto rincón junto los huertos de la Vega Chicha. Allí queda en el recuerdo alguna noria que vertía sobre los canteros de cebollas y los nogales que sombreaban al hortelano. Pero lo más atractivo comienza al avanzar un trecho. Cuando se empina el suelo y suda la frente. Al elevarse sobre la orilla, empezamos a dominar el territorio con la vista, la vegetación se empequeñece tomando el conjunto tintes de maqueta. Y en el alto surge la sorpresa, el meandro se muestra tímido y acogedor. Garzas y garcetas pincelarán espontáneamente la escena, pues tienen sus nidos a pocos metros.

Pero de nuevo nos asaltará la diferencia. Volveremos a descender en la senda y nos embargaremos de encinas y barceos. Esquivaremos las lanchas y bolones de piedra y empezaremos a descubrir en la media distancia los adehesados aledaños. Cortejados por esta vegetación, podremos pensar en el centenar largo de años que lleva allí gran parte del arbolado. Ya en medio de esta bruma verde surgirá el Balneario de los Baños. Como si no quisiera mostrarse, en un lugar privilegiado. No será la ruta completa sin asomarnos desde el puente, aguas arriba y aguas abajo, para contemplar agradecidos la herencia de este patrimonio.

A todas las personas que han hecho esta caminata les extraña el poder de este lugar, la autenticidad de todo lo que el camino muestra. Pero sobre todo les sorprende su cercanía, el hecho que a veinte minutos del tráfico y sus ruidos puedan relajar sus oídos y su ansiedad. Si quieren echar una mañana o tarde diferente, acérquese hasta Juzbado, la ruta está señalizada y no tiene pérdida. Esta comarca tiene sus valores y encantos, y sin dejar de lado a las sierras de las que tanto ya he hablado, también es necesario divulgarla y ayudarla. Desde Villamayor a Ledesma hay un manojo de pueblos y escenarios que hay que visitar. El Tormes se merece una ruta turística con su nombre al tener calidad y calidez. Las Sendas del Tormes son más de lo aquí contado, ya desgranaré otros espacios a recorrer libres de turistas y autobuses, pero con ganas de recibirlos sin morir de éxito.

La separación en origen... a escena... ¡Acción!

   Dentro del Plan de Comunicación y Educación ambiental del CTR con el que continuamos, una de las actividades realizadas durante este fin de semana ha sido el rodaje de un cortometraje con una temática muy clara: los residuos y su separación en origen. Este corto será utilizado a posteriori en diferentes actuaciones que se lleven a cabo desde GIRSA y la Fundación Tormes-EB tanto como medio de sensibilización a diferentes colectivos mediante la presentación en jornadas y charlas , concursos y como recurso para actividades de participación ciudadana.


    El guionista y director del corto ha sido Luis Carlos Izquierdo, integrante del grupo de Teatro Lorca, de Valladolid, quien, a partir de su idea, ha desarrollado un argumento basado en la motivación a los ciudadanos que no desconocen la separación en origen a día de hoy y la falta de concienciación ante una problemática tan grave como es la acumulación desmesurada de residuos y su generación evitable. 


     La grabación ha sido posible gracias a la cámara de Álvaro Málaga y colaboración de Félix García en el sonido. Los actores que han participado han sido Carlos Vicente como personaje protagonista, varios del Grupo de Teatro Lorca, quienes desde Valladolid llegaron a nuestra Almenara dispuestos y entregados entre ellos Ana Salvado, Elena Varona, Raúl Ferrero y Miguel Arroyo, además de Marisa Melet como script y Virginia Rodríguez como maquillaje-peluquería. 

    Además hemos contado con el buen hacer de Eusebio Leranoz, Manuela Salvado, Mariam Delgado y Félix. También los más pequeños han actuado como Samuel Bajo, Malena Izquierdo, Luna de Tapia y Victoria Bajo.

Durante el rodaje en el mirador de Juzbado, donde las inclemencias meteorológicas no acompañaron
       

     No podemos olvidar a los vecinos de Juzbado y en especial a Fernando Rubio, cuya colaboración ha sido soberbiay a José Prieto, alcalde de Ledesma y a los ledesminos, municipios que han servido de escenario contando con los paisajes naturales que nos ofrecen como los berrocales, la ribera, miradores y los paisajes rurales, calles y rincones de Ledesma y los servicios hosteleros que ambos municipios ofrecen y que se han prestado para rodar algunas escenas de la película. 





     Muchas gracias una vez más a todos los participantes, ha sido un lujo poder contar con sus tablas en el escenario y su profesionalidad en la parte técnica y sobre todo la relación que hemos establecido todo el equipo de la Fundación Tormes-EB con todos los participantes. Hemos intentado acogerlos en el centro de iniciativas ambientales y ejercer de producción, proporcionando logística y recursos. 


Ahora empezamos la fase de postproducción y montaje. Esperamos tenerlo pronto en nuestras manos y mostrároslo. 





martes, 8 de enero de 2013

Sol de invierno


           
Mientras escribo estas líneas una tromba de luz y calor entra por la ventana. Este sol de invierno es terapéutico, como los paseos balsámicos por los pinares. En el campo esta sensación se mezcla con sus olores y sonidos, produciendo una agradable sedación que atempera cualquier conato de ansiedad. Esta luz acalorada sienta bien no sólo a los humanos, también gozan de ella de manera manifiesta las aves.

En estos días de asueto navideño ha habido nieblas y fríos, que restan vivacidad a los paisajes. Pero han bastado unos rayos vertidos sobre las mañanas tardías, para que la desnudez de las riberas den a luz trinos y gorjeos. Las emplumadas notan con celeridad estos cambios de temperatura y responden como si se alegrarán. En seguida, a poco que uno pegue la oreja, empieza a escuchar carboneros y herrerillos, que andan picoteando entre las yemas de los árboles. De inmediato están ahí los petirrojos, descarados y armónicos, que se encaraman en cualquier rama para verte mejor. No faltarán los pinzones en unirse al coro o los ruiseñores bastardos, que repetirán sus estribillos hasta introducirlos en tu ADN.


            Pero en el cielo no faltan los atractivos. Milanos reales empiezan a silbar sus amores en compañía de ratoneros curiosos. Las escasas corrientes térmicas son aprovechadas para ascender sin esfuerzo y dejarse observar: una exhibición de comentas silvestres. Los cernícalos aprovechan estos grados de más para detenerse sobre los rastrojos y meterse al coleto algunos topillos. Como vemos, el invierno no es esa postal triste e insulsa. Hay mucha vida y movimiento que nos pasa desapercibida si no le echamos una mirada.

 Y aunque nos parezca difícil también hay floraciones. Ahí tenemos ya a las verónicas, tímidas de azul que apenas levantan del suelo. O los alisos, que ya andan soltando el polen sin miedo a los fríos. Incluso algún sauce adelantado muestra sus austeras flores sin envidiar los blancos y amarillos de los jaramagos.
            Esta ha sido la acuarela que me ha acompañado estos días y que me ha hecho pensar una vez más, que debajo de un escenario gris siempre hay color. Escondidas bajo la hojarasca nacida del otoño están las semillas de la primavera. Entre los harapos del bosque, las bellotas de robles y encinas ya han empezado a echar sus raíces, para que no se les escape el suelo que les verá enarbolarse. La vida se abre camino pase lo que pase…

            Pues esto es lo que espero de este año, que nos sigamos abriendo camino a pesar de los pesares. Que sigan brotando las semillas para acogernos en sus verdores. Que no dejen de llenar partituras las aves canoras a fin de alegrarnos el día a día. Que las arboledas abracen nuestros paseos, o que el río siga riéndose en las pesqueras.

Y en medio de tan bucólicos deseos, demando algunos más humanos: trabajo para el que no lo tenga y salud para todos, que buen falta nos va a hacer. Completando el bolero, ese que nos cuenta que tres cosas hay en la vida…,  les hago una invitación: quiéranse un poco todos los días y paseen con aquellos a los que quieren por los parques de la ciudad o los campos de su pueblo. Esos momentos son suyos y son necesarios. Lo demás es ruido o silencio.

Premios Regionales de Fuentes Claras para la sostenibilidad

    El pasado mes de diciembre nos fue otorgado el Premio Regional de Fuentes Claras para la sostenibilidad 2012, dentro de la categoría de entidades sin ánimo de lucro con el proyecto "Voluntatormes: participación ciudadana, custodia fluvial y desarrollo sostenible" como un reconocimiento a la trayectoria en voluntariado fluvial que la Fundación ha llevado a cabo con diferentes actuaciones desde el año 2007 hasta el pasado 2012.

     Todos los voluntarios que han participado a lo largo de estos años pertenecientes a la red de vecinos de los municipios donde se ha actuado, universitarios y jóvenes del tejido asociativo de Salamanca han intervenido en actividades como plantaciones en la ribera  limpieza de residuos, seguimiento e incremento de fauna como la colocación de nidales, acondicionamiento de lugares de patrimonio etnográfico como la recuperación de fuentes antiguas, la señalización de senderos como el "Camino Viejo de los Baños", la realización y divulgación de exposiciones y todo ello, a lo largo del Tormes, en unos 40 km. de intervención entre los municipios de Huerta y Juzbado. 

Recogida de residuos en la ribera del Tormes en el municipio de Huerta
    
     Agradecemos a los voluntarios que lo hicieron posible y a las administraciones locales que colaboraron y apoyaron con nuestra entidad a lo largo de estos años como es la Diputación de Salamanca, Ayuntamientos de los municipios participantes, Universidad de Salamanca y Confederación Hidrográfica del Duero, entre otros. 

     Esperamos poder seguir dándole continuidad a la iniciativa y comenzar este nuevo año con noticias positivas sobre todo para hacer más sostenible lo que nos rodea. Gracias al Jurado y a la Junta de Castilla y León por el reconocimiento.